viernes, 6 de marzo de 2009

El inicio de una aventura: Bien simple?

Aventura, gran experiencia, podemos llamarlo de mil maneras, pero cada una de nosotras ha disfrutado al máximo de ella.

Cuando el 29 de febrero nos reunimos en el aeropuerto de Barajas para iniciar nuestro viaje no nos conocíamos. Bueno, Chama y Marian habían coincidido en el segundo casting y al salir fueron a tomarse un café, así que para ambas fué una gran alegría volver a verse allí.

Estábamos nerviosas, a la espectativa, con dudas o miedos sobre cómo se iba a desarrollar nuestro trabajo allí. Porque sobre nuestro trabajo en sí, lo teníamos muy claro. Llevábamos más de un mes trabajando en nuestros talleres casi día y noche para preparar los 21 proyectos que tendríamos que hacer en los programas, explicados paso a paso.

Así llegamos al aeropuerto, cargadas como mulas. Maletas y maletas de materiales, herramientas, trabajos terminados, trabajos a medias para explicar el paso a paso, la ropa para un mes, los portátiles para estar comunicadas con la familia.

Al facturar, una risa... esta maleta se pasa de 23 kilos, saca de aquí, mete en esta otra, ¿te cabe esto en la tuya? Esta también se pasa, a ver dónde podemos acoplar 2 kilos... Visión de choquetín, a las 22h, delante del mostrador de facturación, cinco chicas abriendo y cerrando maletas, cambiando cosas de sitio. Pero no cosas normales que la gente llevaría en una maleta, no. Una sartén, una jardinera de madera, un saco de plumas, mini telares de madera, un minitaladro, destornilladores, punzones, una máquina para hacer pasta... Si eso hubiera sido a otra hora la cola que se hubiese formado sería de campeonato. Todo un espectáculo. Sólo había que ver las caras de la gente.

Y tras un vuelo nocturno tranquilo que nos ayudó a serenarnos, nuestra querida Olaya San Pedro, de Fox Toma1 España nos estaba esperando para recibirnos con una gran sonrisa. Qué alegría de ver a Olaya, esa persona con la que tanto habíamos hablado por teléfono, que nos había contado cómo sería todo, organizado nuestro viaje, coordinado y sobre todo, calmado cuando algunas estábamos histéricas al acercarse la fecha del viaje. Así que nos "vertimos" en sus manos para que ella nos guiase. Y digo vertimos, porque del calor que hacía estábamos derretidas.


Buenos Aires. Verano. Cambio radical, de los temporales de frío y nieve de España al calor más pegajoso de Buenos Aires... No importaba, ya estábamos allí. Bueno, nosotras y nuestras 15 maletas llenas de cacharros que había que ir a dejar a algún sitio. Así que al hotel fuimos en un remis (lo hemos visto escrito de muchas formas remis, remix, remiss), transporte particular, como un taxi, pero sin taxímetro, de precio cerrado para un trayecto y muy frecuente en este país.

Hotel... dulce hotel. Después de 12h de viaje y lucha con el equipaje llegar a un hotel es estar en un remanso de paz. Entras en la habitación y te dan ganas de llorar... ohhh, una ducha... ohhhh, una cama... ohhh, un armario.....ohhhhh, un mando, así, como si no hubieses visto nunca esas cosas. Y tras un ratito para acomodarnos y darnos una ducha, nos fuimos a comer y a conocer a parte del equipo con el que trabajaríamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos quieres contar algo?